TENER AUTO, CADA VEZ MÁS CARO
Para nadie es un misterio que nuestro país no es productor de petróleo, por lo tanto, depende exclusivamente de las importaciones del crudo. Este tema, del cual todos opinan pero pocos dominan, no deja a nadie indiferente ya que de una u otra manera, cada uno de los habitantes de este largo país debe pagar las consecuencias de los vaivenes del precio a nivel internacional. Y esos vaivenes son, precisamente, los que cuesta asimilar.
Es común escuchar o leer que el precio del litro de bencina se elevará en tal o cual cantidad debido a diversos factores, que van desde las vacaciones en el hemisferio norte a la amenaza de conflicto en Oriente Medio o el huracán de turno. Lo cierto es que cualquier hecho que ocurra en el mundo repercutirá en el valor del combustible el día lunes de cada semana que es el día en que se reajustan las tarifas en Chile.
La influencia del petróleo en la economía es cada día más insostenible. La variación de precios de una semana a otra es algo que ya no sorprende. De todos lados se escuchan las voces de quienes instan al Gobierno a rebajar el precio de las bencinas apelando a que más del cincuenta por ciento del valor final corresponde a impuestos. De esta forma el litro de bencina de 97 octanos que en Valparaíso, Chile alcanzó, a partir de este lunes, el valor de $ 604 por litro, podría llegar a menos de la mitad si se llegara a políticas económicas que permitieran tal rebaja. Lo cual sería el mejor anuncio para la microeconomía chilena.
El Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, ha señalado en forma reiterada que no bajará los impuestos bajo ningún punto ni presión.
¿Qué debe hacer el Gobierno para enfrentar esta situación?
De partida permitir que exista una reconversión en el transporte colectivo menor, taxis colectivos y taxis básicos, sin importar las variables de marcas, cilindrada y año de fabricación. Créditos blandos, por parte del Banco Estado, para que esa posible reconversión pueda llevarse a cabo, lo cual le permitiría a miles de micro empresarios de la locomoción colectiva (los propietarios de sólo uno o dos autos), paliar en parte las constantes alzas en el precio. Recientemente fue aprobado en el Congreso la Ley que grava el precio del metro cúbico de gas natural y gas licuado de petróleo, al consumo, lo que ya es un avance pero no la solución.
Los Gremios se quejan de falta de gestión de las autoridades para llevar adelante una solución integral del tema. Pero pocos se preocupan de los particulares que tienen un auto sólo como herramienta de trabajo. Ellos también deben están preocupados por el tema. Ya son muchos los que dejan sus autos en la casa y van al trabajo en buses. Tal vez son los grandes olvidados en la materia y, sin embargo, son la gran mayoría del país.
¿Hasta donde llegaremos? No lo sabemos. Sólo sabemos que parece un cuento de nunca acabar, más aún cuando ya se habla que el próximo lunes los combustibles tendrán una leve alza, no como la histórica de hoy, debido al huracán Emily que está haciendo de las suyas en Centro América y tendrá repercusiones fuertes en todos los bolsillos en el confín de América del Sur.
Es común escuchar o leer que el precio del litro de bencina se elevará en tal o cual cantidad debido a diversos factores, que van desde las vacaciones en el hemisferio norte a la amenaza de conflicto en Oriente Medio o el huracán de turno. Lo cierto es que cualquier hecho que ocurra en el mundo repercutirá en el valor del combustible el día lunes de cada semana que es el día en que se reajustan las tarifas en Chile.
La influencia del petróleo en la economía es cada día más insostenible. La variación de precios de una semana a otra es algo que ya no sorprende. De todos lados se escuchan las voces de quienes instan al Gobierno a rebajar el precio de las bencinas apelando a que más del cincuenta por ciento del valor final corresponde a impuestos. De esta forma el litro de bencina de 97 octanos que en Valparaíso, Chile alcanzó, a partir de este lunes, el valor de $ 604 por litro, podría llegar a menos de la mitad si se llegara a políticas económicas que permitieran tal rebaja. Lo cual sería el mejor anuncio para la microeconomía chilena.
El Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, ha señalado en forma reiterada que no bajará los impuestos bajo ningún punto ni presión.
¿Qué debe hacer el Gobierno para enfrentar esta situación?
De partida permitir que exista una reconversión en el transporte colectivo menor, taxis colectivos y taxis básicos, sin importar las variables de marcas, cilindrada y año de fabricación. Créditos blandos, por parte del Banco Estado, para que esa posible reconversión pueda llevarse a cabo, lo cual le permitiría a miles de micro empresarios de la locomoción colectiva (los propietarios de sólo uno o dos autos), paliar en parte las constantes alzas en el precio. Recientemente fue aprobado en el Congreso la Ley que grava el precio del metro cúbico de gas natural y gas licuado de petróleo, al consumo, lo que ya es un avance pero no la solución.
Los Gremios se quejan de falta de gestión de las autoridades para llevar adelante una solución integral del tema. Pero pocos se preocupan de los particulares que tienen un auto sólo como herramienta de trabajo. Ellos también deben están preocupados por el tema. Ya son muchos los que dejan sus autos en la casa y van al trabajo en buses. Tal vez son los grandes olvidados en la materia y, sin embargo, son la gran mayoría del país.
¿Hasta donde llegaremos? No lo sabemos. Sólo sabemos que parece un cuento de nunca acabar, más aún cuando ya se habla que el próximo lunes los combustibles tendrán una leve alza, no como la histórica de hoy, debido al huracán Emily que está haciendo de las suyas en Centro América y tendrá repercusiones fuertes en todos los bolsillos en el confín de América del Sur.
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