domingo, julio 23, 2006

NI SUPERMAN PODRÁ DEFENDERNOS

Quién no ha tenido, tiene o conoce a alguien que tenga una experiencia con la delincuencia en Chile. Cada día son más las victimas de este fragelo y lo que es más impactante, ya casi nadie se asombra, como ocurría hace pocos años, cuando se conoce de algún hecho delictivo.

La campaña mediática para dar a conocer las bondades de la nueva justicia, tal como se podía ver profusamente en televisión, señalaba que los jueces actuarían rápido, que las penas serían acordes al delito imputado y que todo funcionaría mejor. Así lo pensamos todos en Chile.

Pero una cosa es proponer y desear y otra muy distinta es lo que se aprecia en realidad. El extremo cuidado que parecieran tener los jueces a la hora de juzgar, para no caer en errores y/o condenar a un inocente, a llevado a extremos tales que un imputado que robó el jueves, es dejado en libertad el día viernes, por intachable conducta anterior y el día sábado es nuevamente detenido por robo con violencia.

¿Qué se puede hacer en esos casos? ¿Si la justicia no juzga, quién podrá hacer algo al respecto?

Existen lugares en diversas ciudades de Chile que es imposible transitar con seguridad. Para qué hablar de las ciudades o pueblos donde llegan turistas. Los ladrones siguen por cuadras y cuadras a sus potenciales victimas hasta que pueden robar algo de valor. Según se dice, carabineros de Chile ya no quiere actuar con energía ante un delincuente sorprendido in fraganti, ya que de ser acusado por un Fiscal defensor, puede llegar al extremo de llegar a perder su trabajo.

Se habla de los derechos humanos de los delincuentes. ¿Y ellos se preocupan de los derechos humanos de sus victimas, a quienes roban y matan a sangre fría? ¿Se preguntarán alguna vez de los derechos humanos del conyuge que sobrevive a un asalto o a los hijos de un asesinado?

¿Hasta cuándo deberemos soportar esta situación?

Chile debe ser uno de los pocos países del mundo en que los delincuentes deambulan libremente por las calles y los honrados ciudadanos deben vivir encerrados bajo siete llaves, con rejas por todo el contorno de la casa, tal como si fueran peligrosos delincuentes.

Paradojas que sólo se dan en nuestro país.

Al ritmo que vamos, ni aunque viviera en Chile el superhéroe que está en las carteleras de cine locales, podría ayudarnos, ya que al tocar tierra le robarían hasta la capa.