¿QUÉ PASA CON LA POLÍTICA Y LOS POLÍTICOS?
¿Qué pasa con la política y los políticos en Chile?
La pregunta parece no ser sencilla de explicar. Son tantos los episodios que se van conociendo cada día que, al parecer, ni el mejor guionista de Hollywood podría escribir algo semejante a lo que ocurre en nuestro país.
Los ejemplos se multiplican.
Hace unos días, en este mismo medio, escribía lo que ocurría con el Senador Viera-Gallo y su reelección fallida en la Octava Región. Hoy podemos escribir algo similar sobre lo que ocurre en la Alianza por Chile, o sea, los partidos de derecha, la otra coalisión existente.
Durante estos días se habla de “la bajada” de Joaquín Lavín en su carrera por el sillón presidencial, aunque él diga una y otra vez que no se bajará de ninguna manera. Pero esa afirmación ya tiene un resquicio para lo que podría ser la bajada de una candidatura que ha durado lo mismo que lleva el del Presidente Lagos en el cargo, o sea, más de cinco años, ya que ésta partió prácticamente el mismo día en que perdió la segunda vuelta.El resquisio sería ir a primarias con Sebatián Piñera. En caso de ser derrotado depondría su candidatura y se sumaría al equipo de éste último.
Lo más sorprendente de toda esta maraña de declaraciones y desmentidos ha sido la postura de Francisco de la Maza, Alcalde de Las Condes, y ex brazo derecho y Generalísimo de Lavín, que esta semana declaró que el candidato de la Unión Demócrata Independiente (UDI) no tenía nada que hacer y que la elección estaba perdida. Aún cuando no se ha inscrito ninguno de los postulantes y a cuatro meses de los comicios.
Por lo mismo muchos se preguntan ¿por qué está pasando esto?
Al parecer nadie tiene la respuesta. Podría ser que el tiempo de las lealtades quedó en el pasado y que a nadie le importa lo que pase con un compañero de partido si finalmente puede afectarle en lo personal.
Joaquín Lavín ha señalado en todos los tonos que está cansado de escuchar opinólogos de la política, en clara alusión a su ex colaborador.
Párrafo aparte merece la relación existente en Renovación Nacional y la UDI, partidos que componen una misma Alianza y que hoy sólo se descalifican.
Lo otro que se puede deducir de este festín de declaraciones y contra declaraciones, es que a ningún partido o político le interesa lo que la ciudadanía piense de ellos.
Sólo los tomarán en cuenta a la hora de ofrecerles el paraíso que llegará con cada uno de ellos al momento de ser electos.
¿Dónde iremos a parar?
Nadie lo sabe. Lo más lamentable de todo esto, es que estos políticos, de todos lo colores y posiciones, serán los que guiarán los destinos de nuestro país a partir de marzo del próximo año.
La pregunta parece no ser sencilla de explicar. Son tantos los episodios que se van conociendo cada día que, al parecer, ni el mejor guionista de Hollywood podría escribir algo semejante a lo que ocurre en nuestro país.
Los ejemplos se multiplican.
Hace unos días, en este mismo medio, escribía lo que ocurría con el Senador Viera-Gallo y su reelección fallida en la Octava Región. Hoy podemos escribir algo similar sobre lo que ocurre en la Alianza por Chile, o sea, los partidos de derecha, la otra coalisión existente.
Durante estos días se habla de “la bajada” de Joaquín Lavín en su carrera por el sillón presidencial, aunque él diga una y otra vez que no se bajará de ninguna manera. Pero esa afirmación ya tiene un resquicio para lo que podría ser la bajada de una candidatura que ha durado lo mismo que lleva el del Presidente Lagos en el cargo, o sea, más de cinco años, ya que ésta partió prácticamente el mismo día en que perdió la segunda vuelta.El resquisio sería ir a primarias con Sebatián Piñera. En caso de ser derrotado depondría su candidatura y se sumaría al equipo de éste último.
Lo más sorprendente de toda esta maraña de declaraciones y desmentidos ha sido la postura de Francisco de la Maza, Alcalde de Las Condes, y ex brazo derecho y Generalísimo de Lavín, que esta semana declaró que el candidato de la Unión Demócrata Independiente (UDI) no tenía nada que hacer y que la elección estaba perdida. Aún cuando no se ha inscrito ninguno de los postulantes y a cuatro meses de los comicios.
Por lo mismo muchos se preguntan ¿por qué está pasando esto?
Al parecer nadie tiene la respuesta. Podría ser que el tiempo de las lealtades quedó en el pasado y que a nadie le importa lo que pase con un compañero de partido si finalmente puede afectarle en lo personal.
Joaquín Lavín ha señalado en todos los tonos que está cansado de escuchar opinólogos de la política, en clara alusión a su ex colaborador.
Párrafo aparte merece la relación existente en Renovación Nacional y la UDI, partidos que componen una misma Alianza y que hoy sólo se descalifican.
Lo otro que se puede deducir de este festín de declaraciones y contra declaraciones, es que a ningún partido o político le interesa lo que la ciudadanía piense de ellos.
Sólo los tomarán en cuenta a la hora de ofrecerles el paraíso que llegará con cada uno de ellos al momento de ser electos.
¿Dónde iremos a parar?
Nadie lo sabe. Lo más lamentable de todo esto, es que estos políticos, de todos lo colores y posiciones, serán los que guiarán los destinos de nuestro país a partir de marzo del próximo año.
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